martes, 26 de enero de 2016
prostitutos bisexuales y su clienta
¿Si los tíos contratan a putas por qué las mujeres no vamos a hacerlo?.
Si tienes dinero y libertad qué te impide echar un polvo sin complicaciones. Es más difícil por que no hay clubs de putos;
pero el teléfono y la sección de contactos de un diario siempre permite completar la falta de algunas oportunidades. Hay
chaperos que estarían encantados de follarse a una mujer y por una vez que no les tocara poner el culo a ellos y que
además los pagaran por ello. Buscar sexo por el placer del sexo o por dinero ya no es solo cosa de hombres. Y la mujer
también puede conseguir sexo simplemente por capricho o por complacencia en un minuto o limitarse a disfrutar de una
polla, de un cuerpo masculino, y de su propio cuerpo recibiendo caricias y cariño comprado.
Me llamo Marisa y he dedicado toda mi vida a mi profesión dejando a un lado los aspectos personales. Me he
concentrado en mi carrera y eso me permitía toda la gratificación personal que necesitaba. Pero en algunos aspectos mis
necesidades no se veian satisfechas en el mundo laboral. Mi vida afectiva era inexistente y la sexual: en el mejor de los
casos insuficiente. No soy tímida y desde luego he usado mi cuerpo para conseguir algunas ventajas, la ropa sexi en
momentos cruciales quizá me ha dado ventaja sobre algun competidor masculino o algún cliente reticente. Pero casi nunca la
situación ha pasado de miradas de admiración a no ser que la otra persona me gustase de verdad. Ahora tengo dinero a
espuertas, una bonita casa, una situación desahogada de verdad y nadie que me ame o a quien amar. Esa nunca ha sido una de
mis preferencias: el amor no me parecía una necesidad, ni siquiera ahora lo echo en falta, pero sigo necesitando sexo, el
calor de otra piel desnuda y la dureza de un miembro en mi interior. La verdad es que no es dificil utililzar un escote o
unos pantalones ajustados para conseguir alguien que me parezca atractivo incluso hombres casados y jovencitos guapos. Per
hay veces que ni siquiera me apetece tomarme el trabajo de conseguir sexo así. Y aquí viene en mi ayuda la sección de
contactos de los diarios. Cada vez abundan mas junto a los anuncios de prostitas los de chicos, y de otras cosas mas
exóticas como transexuales y parejas, que ofrecen sus cuerpos a cambio de dinero. Y ahí es donde encuentro a mis amantes
ocasionales a los que tengo que pagar pero que no ofrecen mas molestias que esa. Cierto fin de semana en el que andaba mas
cachonda que de costumbre me llamó la atención el auncio de dos amigos que se ofrecian juntos a hacer las delicias de
alguna dama solitaria. Sin dudar marqué el número de telefono que indicaba sabiendo que si no me convencian con decirles
que no y despedirles con una pequeña propina me bastaría. Los cité en el bar de un hotel que me gustaba para estos
menesteres y fui antes de la hora para no encontrarme sorpresas desagradables.
Cuando los ví aparecer me quedé impresionada la verdad es que eran más de lo que prometian en el anuncio de
prensa. Jóvenes y guapos, con los músculos bien definidos bajo unas camisetas ajustadas, mirando mas abajo sus vaqueros
marcaban unos paquetes de respetables dimensiones y una piel por las apariencias bronceada en rayos uva. Uno era rubio con
la carita aniñada tremendamente guapo y el otro un mulato de un atractivo especial. Inmediatamente los llamé a mi mesa y
ellos sonriendo de oreja a oreja con sus blancas dentaduras se sentarobn a mi lado. Parecia que yo no los disgustaba,
suponía que en su vida laboral se habrian encontrado adefesios y ancianitas hambrientas de sexo y de cariño. No me
considero expectacular ni bella aunque una talla cien normalmente atrae las miradas de los hombres e incluso las de alguna
mujer inmediatamente hacia mi pecho, el vientre bastante plano aunque definido desde luego y unas amplias caderas con un
culo respigón y firme, los muslos largos y bien torneados, la piel con un bronceado natural. Volviendo a mi rostro no
suelo maquillarme mucho y apenas lo necesito, los ojos pardos y grandes, la nariz recta que a mi me parece que tiene
demasiada personalidad y una boca de labios gruesos y generosos, sexuales sensuales, y mi cabello con una larga melena
rizada y cuidada. Todo eso me hace lucir sino como una gran belleza por lo menos no como una chica fea del todo. Yo tenia
una curiosidad y se la planteé allí mismo ante las copas de martini que tomabamos, queria saber si entre ellos se
tocarian. Contestaron que lo que yo quisiera, pero que por gusto si lo harian, se consideraban bisexuales y a veces tenian
clientes masculinos. Sin mas preambulos decidí subirlos a la habitación que había reservado previamente.
Ya en el ascensor el rubito que se llamaba Daniel me cogió de la cintura y muy dulce me beso en la boca con
suavidad, Mis pezones sensibles desde que los ví se pusieron duros y erectos bajo el negro encaje del sujetador que tenía
puesto. A mi espalda el mulato, David, se apretó a mi y rozó sus labios llenos y sensuales por mi cuello que la ligera
blusa estampada dejaba libre. Sentia los musculos de su pecho en mi espalda y sus atrevidas manos desizarse por la
delantera de mi falda de cuero. Pero como su colega se apretaba a mi las morenas manos tambien rozaban el pene del otro
chico, demostrandome sin pudor que entre ellos habia mucho cariño.
Segundos duró pues pronto se abrieron las puertas en nuestro piso pero fue un bonito avance de lo nos esperaba en
el interior de la habitación a la que los conduje sin mas pérdida de tiempo. Ya en el interior de pie junto a la enorme
cama volvieron a acariciarme suavemente sobre la ropa, leves toques que me encendieron aun más. Se separaron un minuto de
mi y mientras David descorchaba la botella que habia tenido la precaución de pedir Daniel con mucho tacto me sugirió que
arreglaramos el asunto del dinero, viendo que iba a conseguir los servicios por los que iba a pagar le entregué la
cantidad acordada sin mas dudas, él dejó el dinero bajo un cenicero en la mesilla diciendo que si no conseguian
satisfacerme no tomarian ni el billete mas pequeño. Ambos se despojaron de sus camisetas y por fin pude admirar sus
pectorales, sus abdominales y biceps sin mas impedimentos. Volvieron a acercarse con la clara intención de desnudarme,
esta vez David se acercó a mí y cogiendo muy dulce mi barbilla entre sus manos comenzó a besarme suave al principio, leves
roces de sus sensuales labios sobre los mios, pero en cuanto abrí la boca su lengua se deslizó incontenible en su interior
recorriendolo y enredandose con la mia. Entre los dos quedaba un espacio que su amigo aprevechó para desabrochar y bajar
mi falda hasta los pies cubiertos por unas leves sandalias de tacón. Situado detras de mi en cuanto vió mis desnudas
nalgas entre las que se deslizaba la tira del tanga de encaje, se arrodilló y sentí en ellas sus labios que las besaban y
la humeda y caliente lengua que las lamia. El mulato seguia dandole atenciones a mi parte delantera y sus manos bajaron
lentamente por mi cuello buscando mis senos, los acarició suavemente por encima de las telas pero pronto desabrochó los
botones de la blusa para liberarme de ella. Así quedé en tanga y sujetador mientras dos pares de ávidas manos recorrian mi
expuesta piel. Ahí queria ver yo algo mas de sus explendidas anatomias y comenzando por el más cercano busqué su pene por
encima del vaquero, pudiendo apreciar unas buenas medidas, lo desabroché y lo bajé. El chico no era tonto del todo y
captando la indirecta me dejó un momento para librarse de su calzado y de los pantalones. Así pude ver su miembro ya duro
cubierto por un tanga de licra que apenas podia contenerlo. Lo acaricié suavemente por encima de la tela pues no queria
precipitar los acontecimientos y dandole un suave mordisco en el lobulo de la oreja le pedí que desnudara a su amigo.
Pareció encantado con la sujerencia y tomó al otro de la mano para que se incorporara pues seguia arrodillado detras de
mí. Sin pedirselo le dio un tierno beso en la boca, gesto que disparó mi líbido. Le desabrochó los vaqueros y los bajó por
las musculosas, bronceadas y depiladas piernas, quedando a mi vista otro tanga también blanco bajo el que se insinuaba
otro miembro duro y de un respetable tamaño. Esta vez fue el morenito el que se arrodilló a los pies de su compañero para
terminar de sacarle los pantalones por los pies y sin que yo se lo pidera comenzar a acariciar su miembro por encima de la
licra con los labios y la lengua. La escena me calentaba aun mas si eso pudiera ser posible, y tuve que acercarme para
participar de ella, dejando resbalar mis manos por el pecho del rubito y besandolo en la boca de finos labios para no
estorbar mucho a su amigo. Acariciaba su suave piel lampiña me pasé a la espalda y le amasé lasduras nalgas, tiré de la
cinturilla del tanga para sacarselo sinperderme detalle de cómo el moreno al ver aparecer el pálido rabo lo besaba en el
glande y deslizaba su lengua por el tronco en busca de los depilados testículos. Me arrodillé a su lado y juntos nos
pusimos a lamerlo besandonos cuando nuestros labios y lenguas coincidian sobre su piel. Volvió a acariciarme a mí y
dejandome sola con la verga a la que no habia dejado de besar se dedicó a terminar de desnudarme sacandome el sujetador y
liberando mis pechos acariciandolos sin mas trabas. Mis erectos pezones agradecieron las atenciones que les brindaban
dejandose retorcer y acaricar por los hábiles dedos. Dejé la golosina con la que me enteretenía y comencé a subier
lamiendo su vientre el ombligo los pectorales sin olvidarme de mordisquearle los pezones y según subía su amigo me iba
liberando de mi última prenda y él de la suya. Agarrandolos de los duros miembros los conduje hasta la enorme cama. No
sabía cómo empezar a disfrutar de tan bonitos cuerpos. Pero ellos parecian tenerlo todo muy bien ensayado así que me
tumbaron boca arriba y comenzaron a lamerme por todas partes entre los dos. Sus lenguas mojaban la sensible epidermis y mi
conejito se huemdecía por la excitación. Fue el mulato el que colocandose entre mis muslos y abriendolos todo lo posible
introdujo una experta lengua entre los labios de mi vulva buscando el ávido clítoris. Una y otra vez lograba mis orgasmos
que tragaba con entusiasmo provocando el siguiente en una rápida cadena. Su compañero seguía prestado atención a mis
sensibles pechos. Pero yo quería polla o mejor pollas y así se lo dije. Se sentó casi sobre mi cabeza dejando su pene
justo al alcance de mi boca, de inmediato me dediqué a lamerlo y comerlo. Su amigo se incorporó se colocó un condón y sin
moverse de entre mis muslos comenzó a penetrarme con dulzura. El rubio se inclinó sobre mí para lamernos a los dos
mientras follabamos quedando en un prefecto sesenta y nueve. Uno sostenía mis muslos y el otro metia sus manos bajo mi
culo, así lo levantaban de la cama y el rubio alcanzaba el cítoris sin problemas. Estaba gozando como nunca con esos dos
potentes machos pendientes de mi placer. Mientras yo seguía con la polla del guaperas en la boca, dandole un tratamiento
algo salvaje, tengo que admitirlo, por que en ese momento solo me estaba derritiendo por la vagina. Conseguí hacerles
parar un momento y les pedí algo que estaba deseando queria tenerlos a los dos dentro uno en elcoñito y otro en el ano. Me
advirtieron que no les quedaba ya mucho aguante por que estaban muy excitados y conseguí decirles que se habian ganado
cada centimo de euro. Tumbé al mulato y con prisa me lo clave en el coño mirandolo a la cara. Su amigo consiguió durante
unos segudos comerle los huevos a su amigo húmedos de mis jugos y seguir hacia arriba para dedicarle unas atenciones a mi
culito.Su lengua se intrujo entre mis nalgas bien abiertas, lamiendo la raja completa buscando el ano que penetró lo que
pudo. Ya tenia en la mano el lubricante que aplicó con largueza a mi agujerito y sobre el condón que se habia puesto.
Abriendo los muslos, detrásdemí comenzó a clavarmela lento para no hacerme daño. Agradecí el gesto pues no estaba muy
acostumbrada al sexo anal. Acompasaron sus movimientos como si bailaran y yo me sentía llena completa. No tenía que hacer
nada, cada empujón del rubio lo sentiamos los dos que estabamos debajo. Estaba lamiendo la lengua del moreno que me daba
saliva cantidad. Efectivamente en unos minutos ambos se corrieron en mi interior y a través del latex casi pude sentir los
trallazos del semen caliente. Nos derrumbamos los tres jadeando sobre las sábanas humedas de sudor. Cuando recuperamos el
aliento los mandé a la ducha y yo renqueando conseuí llegar al bidet donde me limpié. Les dije sentada en el baño quiero
que os ducheis juntos y seais muy cariñosos el uno con el otro y quiero disfrutar del espectáculo. Sin mas problemas
desnudos como estaban semetieron en la bañera uno frente al otro, abrieron el grifo de la ducha y se empezaron a morrear
con autentica pasión. El agura resbalaba porel bonito contraste de sus pieles que sus manos acariciaban sin descanso. Las
pollas flacidas pero juntas se rozaban con el movimiento de los cuerpos. Y mientras las manos de uno recorrian y
enjabonaban el pecho del otro, las de este rozaban su espalda y culo. Yo en ningún momento habia perdido la calentura pero
la estaba gozando con el bonito espectaculo completamente gay que me estaban dando. Comencé a masturbarme
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